martes, 3 de mayo de 2011


Erase un lobo que corría por el bosque
Buscando a la doncella de las mil y una noches
Corrió entre las zarzas y no le importo pincharse
Mas ninguna noche consiguió que la doncella le esperase


Se le escapaba de las manos, noche tras noche, la luz de la Luna le hipnotizaba con su brillo y el lobo perdía la noción de su rumbo mientras perseguía aquella luz inalcanzable. Para cuando el lobo conseguía recuperar el camino que le llevase hasta la colina la doncella ya reposaba sobre las nubes de la noche, con los ojos cerrados, y no le podía ver. Y noche tras noche aquel lobo se quedaba aullando para despertar de su sueño a la doncella, hasta que un nuevo día salía y le mostraba la sonrisa en su gesto. Es entonces cuando el lobo decide, día tras día, noche tras noche, dejar de aullar para regresar a su madriguera en soledad. Para que la doncella descanse sobre las nubes de un mundo que no es el suyo, sabiendo que no se repetirá una noche igual ni un recuerdo de amor sobre sus aullidos.

Erase un lobo que coleccionaba alaridos
De noches sin amor, de un corazón malherido
Erase que nunca encontraba abrigo
Fuera de la madriguera de su propio olvido

2 comentarios:

  1. Pero qué bonito!!!
    Me ha encantado en serio!
    ^^
    te dejo mi blog, me paso por el tuyo!!
    http://lospasadosdejosephine.blogspot.com

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